El planeta se enfrenta a desafíos climáticos y sociales de lo más complejos. El consumo energético, la emisión de gases de efecto invernadero y el uso de los recursos naturales son tan solo algunos de los aspectos que demandan por nuestra parte una implicación mayor. Los edificios sostenibles son el aporte de la arquitectura al medioambiente. Veamos en qué consisten, cuáles son sus características y los ejemplos más célebres de la arquitectura verde.
¿Qué es un edificio sostenible?
Los edificios sostenibles son aquellas construcciones que favorecen el respeto del medioambiente. Para ello, la arquitectura sostenible considera elementos tan diversos como la eficiencia energética, los materiales y las técnicas empleadas durante la construcción, la ubicación y el reciclaje de los recursos, entre otros.
Si bien las primeras etapas del proyecto son fundamentales para considerar sostenible a un edificio, lo cierto es que la versatilidad de la eco-arquitectura es tal que puede trasladarse a zonas edificadas incorporando componentes más eficientes.
De este modo, un edificio sostenible es aquel construido en un emplazamiento adecuado, donde no interfiere en el ecosistema —o reduce su impacto— y donde, además, obtenga los beneficios de la luz solar. Así mismo, la ventilación natural, la optimización de los recursos y la mimetización con el entorno son rasgos relevantes para esta disciplina arquitectónica.
Características de la arquitectura sostenible
Existen determinadas características afines a todos los edificios sostenibles, pero al igual que la estructura y composición de la edificación son aspectos esenciales para la arquitectura sostenible, también lo es el bienestar y el confort de las personas que habitan en él. Para determinar que un edificio sostenible es funcional, la UE ha definido tres objetivos a medio y largo plazo: reducir en un 20% las emisiones de gases de efecto invernadero, disminuir el consumo de energía también en un 20% y promover el uso de energías renovables hasta en un 0,2.
Emplazamiento de la construcción
Uno de los primeros detalles que se tendrá en cuenta para la cimentación de un nuevo inmueble es el lugar donde se va a realizar. A través de un estudio geobiológico del terreno podrá obtenerse la información necesaria, como, por ejemplo, evitar un subsuelo con presencia de fallas geológicas o áreas con presencia de contaminación atmosférica y acústica, así como líneas eléctricas. En su lugar, se apostará por una zona que rodee a la vivienda con grandes áreas de vegetación, pues bien es sabido que las superficies naturales ayudan a disminuir la contaminación atmosférica y la regulación de la temperatura.
Si, por otro lado, se opta por reutilizar un edificio ya construido, la máxima del proceso será mantener los mayores elementos estructurales. De este modo, el impacto medioambiental del proceso constructivo será menor.
Orientación del edificio
Así como el emplazamiento del edificio influye en la huella medioambiental del mismo, la orientación respecto a la que se construye puede reducir la necesidad de regular la temperatura de la casa. De esta forma, se favorece el confort térmico sin costes adicionales.
Energías renovables para autoconsumo
Sin duda, generar electricidad a partir de energías renovables como alternativa a las fuentes tradicionales es una decisión que puede reducir el impacto ambiental, especialmente cuando nos referimos a la energía solar. Las opciones eólica, hidráulica o geotérmica también son elecciones sostenibles, aunque el impacto de las mismas será mayor que la energía fotovoltaica. Eso sí, todas ellas son renovables y no contaminan.
Aislamiento
Tal y como sucede con el estándar passivhaus, la arquitectura sostenible trata de conseguir una correcta eficiencia energética. Para ello, un buen aislamiento térmico mediante marcos, muros del edificio y ventanas de cristal doble resulta fundamental, pues a través del mismo se evitará la pérdida de energía y se reducirá el consumo energético. De hecho, el uso de este tipo de sistemas puede suponer un ahorro de energía de un 60 a un 90%.
Materiales naturales y reutilizables
Durante el proceso de construcción se necesitará una gran cantidad de materiales que, tiempo después, se convertirán en residuos. Por esta razón, los componentes que formen parte de la cimentación deben ser respetuosos con el medioambiente y proceder de fuentes no contaminantes. La piedra, la madera o las fibras vegetales son algunos de los ejemplos de recursos naturales, reciclados y reciclables.
Sistema de seguimiento
Por último, conviene instalar sistemas de control del consumo de los edificios sostenibles, como el gasto eléctrico, la temperatura o la humedad. De esta forma, podrá tomarse las medidas oportunas en caso de necesitar optimizar el consumo.
En resumen, los edificios sostenibles deben:
- Optimizar y reutilizar la energía de un modo constante, de modo que resulten energéticamente eficientes.
- Usar energías renovables que reduzcan la emisión de CO₂ a la atmósfera y produzcan cero residuos, de modo que sean más respetuosas con el entorno, en comparación con las fuentes tradicionales.
- Fomentar el ahorro energético y alargar la vida útil de los materiales reciclados.
- Valorar la naturaleza e intervenir en ella de forma positiva.
Los 10 edificios más sostenibles del mundo
El incremento de edificios sostenibles en el mundo es una prueba irrefutable de que la conciencia medioambiental continúa creciendo. Estos son algunos de los ejemplos más evidentes de que eficiencia, inteligencia y modernidad son rasgos compatibles con la preservación del planeta.
Edificio Matorral
Esta construcción residencial es uno de los mejores ejemplos de edificios sostenibles. Situado en Colombia, concretamente en el corazón de Medellín, el Edificio Matorral es un exuberante jardín entre el gris de la ciudad. De hecho, cada vivienda cuenta con su propia huerta, donde crece la vegetación tropical que se conserva en excelente estado a través de un eficiente sistema de riego por goteo. Los habitantes del Edificio Matorral disfrutan de una conexión constante con la naturaleza.
Complejo Atrio Bogotá
El Complejo Atrio Bogotá es otro de los edificios sostenibles en Colombia. Este conjunto de oficinas, hotel y comercio destaca por su enfoque vanguardista. Construido a partir de materiales predominantes como acero y vidrio y compuesto por ambientes urbanos de lo más atractivos, sus diseñadores han otorgado especial importancia a la necesidad de integrar ciudad y arquitectura.
El vidrio como recurso externo ofrece las características idóneas para garantizar un confort e iluminación natural excelentes.
Sempre Fisterra
Entre los edificios sostenibles de España destacamos el hotel gallego Sempre Fisterra, el primer alojamiento español en obtener la certificación Passivhaus. Diseñado por Henrique Ferro Cruz, el hotel cumple con todos los requisitos para considerarse una construcción de consumo casi nulo. Y es que no solo durante los meses calurosos consigue una temperatura ideal sin necesidad de recursos activos, sino que el edificio Sempre Fisterra apuesta por la protección y preservación del medioambiente a través de servicios respetuosos con el entorno.
Torre Iberdrola
Este rascacielos de 41 plantas es otro de los ejemplos de edificios sostenibles de los que presume España. De la mano del arquitecto César Pelli y Pelli Clarke Pelli Architects, la inauguración de la Torre Iberdrola es recordada como uno de los momentos más memorables de la historia de Bilbao. Y es que esta obra arquitectónica fue la primera torre de Europa en obtener la LEED Platinum, una importante certificación de diseño sostenible de Estados Unidos. Para lograrlo se aplicó una interesante estrategia ambiental que incluyó, entre otras acciones, el uso de hormigón reutilizado en la estructura de la torre. No obstante, uno de los elementos más destacados de este edificio sostenible es su revestimiento de vidrio de doble pared de alta eficiencia.
Mercado de San Antonio
Fue el arquitecto Antonio Rovira i Trías quien puso en marcha este proyecto en 1882. Sin embargo, no fue hasta muchos años después que los arquitectos Pere Joan Ravetllat y Carme Ribas se aventuraron en la transformación de este mercado con base en los criterios de la arquitectura sostenible. A través de una combinación de lo antiguo y lo nuevo y la instalación de energía geotérmica, el Mercado de San Antonio es el único de los edificios sostenibles de Barcelona que cumple con el plan energético de la Comisión Europea.
Copenhill
Localizada en Copenhague y bajo el nombre alternativo de Amager Bakke o Amager Slope, esta impresionante planta de conversión de calor y residuos energéticos, concebida por la firma arquitectónica BIG Bjarke Ingels Group, también hace las veces de pista de esquí, área de senderismo y escalada y centro de educación ambiental. Así mismo, el edificio produce más cantidad de agua pura de la que necesita, de modo que se la considera la planta de incineración más limpia del mundo.
Bank of America Tower
Cuando nos referimos a edificios sostenibles en el mundo con mayor eficiencia energética, no podemos pasar por alto el Bank of America Tower, el rascacielos de 55 pisos de Manhattan, Nueva York. Y es que la firma Cookfox Architects no solo recurrió a materiales reciclados para su construcción, sino que optó por un sistema de aguas grises que reutiliza el agua derivada de las precipitaciones y el uso doméstico. Estas características le valieron la clasificación LEED platino y el reconocimiento internacional.
The Green House
Architectenbureau Cepezed es la firma de arquitectos que estuvo al cargo de esta obra sostenible. Localizada en Utrecht, Países Bajos, The Green House es un restaurante desmontable construido a base de madera prefabricada y materiales reutilizables. Además, su interior cuenta con paneles solares e increíbles cultivos verticales. Todo ello con el objetivo de cumplir con los criterios de circularidad que definieron el año 2018.
Edificio Transoceánica
Este proyecto de sostenibilidad y eficiencia energética es, a día de hoy, el proyecto más representativo de la eco-arquitectura chilena y latinoamericana y uno de los edificios sostenibles más modernos del mundo. Además, el Edificio Transoceánica, de geometría espiral, obtuvo el certificado LEED de oro en 2012 gracias a la presencia de parasoles que controlan los rayos solares.
Torres Al Bahar
El último de los ejemplos de edificios sostenibles es el proyecto llevado a cabo por el emirato de Abu Dabi, dos torres empresariales que cuentan con grandes cortinas de fibra de vidrio capaces de filtrar la luz y disminuir el calor del interior. De hecho, a través de ellas se logró reducir la necesidad de aire acondicionado y se obtuvo una mayor ganancia solar. Con ello, fue una de las primeras construcciones del Golfo Pérsico en obtener la certificación LEED de plata.
Los edificios sostenibles son una herramienta magnífica para la lucha contra el cambio climático. De hecho, la arquitectura tiene el poder de revertir muchos de los efectos de las acciones humanas. Por ello, si esta disciplina despierta tu interés, no dudes en especializarte con el Máster BIM de Arquitectura REVIT y sumarte al cambio.