Qué es el diseño de interiores y por qué estudiarlo

Si piensas que la disposición del espacio y su funcionalidad es mucho más importante de lo que parece, necesitas saber qué es el diseño de interiores o interiorismo. Se trata de una disciplina con una estrecha relación entre la arquitectura, la decoración y el estudio de la funcionalidad de los espacios. Conjugarlos correctamente es la tarea de los profesionales dedicados a esta disciplina.

¿Has notado que en tu casa o en la oficina los espacios resultan incómodos o no facilitan el desarrollo fluido de las actividades diarias? Es posible que a ese lugar le falte la mirada de un profesional del interiorismo.

Definiendo el diseño de interiores

El diseño de interiores es una disciplina que interviene en el proceso de mejorar la experiencia del espacio interior. Trabaja con el volumen y la superficie de la zona a acondicionar, conjugando aspectos técnicos y creativos. De esta manera, se consigue que las estancias de una vivienda o del lugar de trabajo sean cómodos, estéticamente adecuados y funcionales.

Generalmente se interviene en un espacio ya construido, realizando modificaciones en su disposición y su decoración. Así, a partir de un estudio de forma y función se enfoca en crear lugares que mejoren la calidad de vida de las personas que los habitan.

Diseño de interiores y decoración ¿en qué se diferencian?

Aunque en ambos se trabajan aspectos de la decoración, no son, en absoluto, sinónimos. En principio, porque el diseño de interiores no se detiene solo en la belleza del espacio. Realiza una observación y estudio social del comportamiento para ajustar su disposición, mobiliario e incluso colores a las necesidades de los ocupantes. Es una forma de proyectar a conciencia la estructura estética y funcional del interior de los edificios.

Para realizar un buen diseño de interiores es necesario tener ciertos conocimientos de arquitectura, porque aunque se trabaja con espacios ya construidos, en algunos casos, puede requerir modificaciones de estructura. Pero también hacen falta nociones de sociología y psicología, ya que la comprensión del comportamiento humano es fundamental para diseñar espacios funcionales y eficaces.

Lo funcional es mejor que lo bello, porque lo que funciona bien permanece en el tiempo.

Ray Eames

La decoración, por su parte, se ocupa de mejorar la belleza estética de las habitaciones e interiores, poniendo en juego la relación entre los colores y la iluminación para crear armonía y belleza visual. Si bien un decorador es capaz de mejorar –y mucho– una estancia, no lo modifica, sino  que se centra en mayor medida en su reorganización. Por eso, aunque un diseñador de interiores con seguridad utilizará la decoración como uno de los elementos a poner en juego en el reacondicionamiento de los espacios, un decorador no podrá diseñar interiores, porque carece de la formación técnica para ir más allá del beneficio estético o visual.

En resumen, la decoración es uno de los temas que aborda el interiorismo y que, aunque también pueda ejercerse de forma independiente, tiene diferentes propósitos y formación.

¿Qué hace un diseñador de interiores?

El interiorismo es un conocimiento especializado en generar un espacio interior a todos los niveles, desde el punto de vista estético hasta el de la comodidad y funcionalidad.

Por eso, el profesional de esta disciplina se dedica a planificar, investigar, administrar y coordinar proyectos dirigidos a crear un ambiente saludable, utilitario y estéticamente agradable. Así, a través de estas actividades, el diseñador de interiores elabora un plan en el cual se tienen en cuenta factores internos y externos que mejoren las condiciones de habitabilidad del lugar.

¿Qué entra en juego en el diseño de interiores?

Al hablar de las características del diseño de interiores, nos referimos a que se trata de una disciplina multifacética en la que se tienen en cuenta una serie de factores que afectan tanto al aspecto visual como al confort y la funcionalidad del espacio. A continuación detallamos cuáles son esos elementos que no faltan en el trabajo de un diseñador de interiores.

Layout

El layout es la configuración general del proyecto. Un esquema de distribución que determina cómo será y cuál es la disposición de equipos, muebles y elementos más adecuada para organizar el flujo, crear lugares de permanencia y darle una jerarquía a los espacios.

Los objetos y divisiones pueden ser fijas o móviles. Un ejemplo de esto es la propuesta de planos arquitectónicos abiertos donde el profesional trabaja con más libertad.

En el layout se contemplan las salidas de emergencia, los estándares de accesibilidad y las dimensiones mínimas para las habitaciones. Lo principal es que estos proyectos sepan expresar las necesidades de espacio creando buenas condiciones para habitarlo.

Mobiliario

El diseñador puede elegir un mobiliario fijo o móvil, pero es fundamental que tenga en cuenta que sus preferencias deben asegurar la correcta circulación y el funcionamiento cotidiano del lugar. Incluso, en ciertas circunstancias, puede ser necesario diseñarlos a medida. Es muy común en estos casos crear muebles transformables, como taburetes apilables, mesas plegables u otro tipo de objetos que permitan usos múltiples.

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También, en un sentido más amplio, el diseñador de interiores suele tener en cuenta otros objetos que ayudan a crear el ambiente esperado y a mejorar sus condiciones de habitabilidad, como las plantas. Aunque resulte extraño que lo mencionemos aquí porque no suelen considerarse parte del mobiliario, lo cierto es que es muy beneficioso colocarlas en algunos lugares. Purifican el aire absorbiendo elementos químicos comunes en espacios residenciales y laborales.

Confort y Ergonomía

Cuando pensamos en qué es el diseño de interiores, no podemos dejar de lado que se trata de una disciplina orientada a crear comodidad y un ambiente saludable para sus habitantes.

En los últimos tiempos, nos hemos visto obligados a estar más recluidos en casa, por lo que el confort se vuelve un elemento fundamental para la salud física y mental. Encontrarnos en un espacio agradable y cómodo cambia la perspectiva del día a día. Esto es hoy más que nunca un aspecto que no puede dejar de lado el profesional de interiorismo.

El confort es un concepto que comprende una compleja serie de aspectos. Así, cuando se trabaja en generarlo, el diseñador de interiores debe pensar en:

• La estética visual y la iluminación: ¿Cómo se percibe visualmente el lugar?
• La acústica: ¿Cuál es la intensidad de los sonidos?, ¿es acústicamente cómodo?
• La temperatura: ¿es demasiado caluroso o demasiado frío?
• La ventilación: ¿circula aire en forma correcta?, ¿hay humedad u otros factores que puedan enviciar el ambiente?

A partir de aquí surgirán los principales desafíos que deberá enfrentar en la elaboración de una nueva disposición del lugar. Es por eso, que el diseño de interiores no solo requiere conocer aspectos técnicos esenciales, sino también de creatividad para resolver problemas de forma eficaz.

Por otra parte, como la ergonomía es la relación entre el entorno artificial y las acciones y comportamientos, un correcto estudio de la misma es fundamental para crear espacios funcionales y saludables. En este sentido, deben diseñarse las zonas y dispositivos adecuados para las diferentes características fisiológicas, anatómicas y psicológicas de quien lo vaya a habitar.

Materiales y revestimientos

Los materiales con los que se realizan las terminaciones constituyen otro de los aspectos importantes del diseño de interiores. No son solo una cuestión de estética, sino que se debe considerar también su composición y los efectos que estos tendrán en el ambiente. Para su elección, el profesional del interiorismo debe tener en cuenta algunos aspectos relevantes.

• La finalidad del espacio: está claro que los materiales a utilizar para una casa son muy diferentes de los que se suelen elegir para una oficina. Es necesario considerar factores como el nivel de tráfico, las condiciones de limpieza, el desgaste y la exposición al medio ambiente.
• La sustancia del material: la composición del mismo va a definir su resistencia, flexibilidad, maleabilidad y también su impacto medioambiental.
• La instalación: es importante revisar que estos sistemas no sean costosos y evitar errores en su construcción.
• La capa superficial: esta tiene una alta incidencia en la comodidad y funcionalidad de los espacios. Ayuda a evitar accidentes, facilita su limpieza o mejora su resistencia al tránsito, entre otros aspectos.

Estudiar diseño de interiores

Si te gusta crear las soluciones adecuadas para mejorar la vida puertas adentro, el diseño de interiores es para ti. Una disciplina con distintas aristas que requiere conocer aspectos técnicos, pero también ser una persona creativa.

Puede aprenderse como carrera de grado, o bien, si ya tienes una base en alguna de las profesiones relacionadas con el área del diseño y la construcción, en formaciones más cortas. En ESDIMA ofrecemos un completo curso de Interiorismo que tiene en cuenta las innovaciones constantes de esta disciplina e incorpora el uso de software actualizado.

En un mercado laboral cambiante, adquirir nuevas herramientas y renovarse siempre es una opción. El interiorismo es una especialidad muy demandada, tanto por empresas como a nivel particular, ya que ofrece soluciones para mejorar la productividad y la calidad de vida de las personas. Ahora que sabes qué es el diseño de interiores, ¿Qué te parece esta orientación para tu carrera profesional?