Hoy día es imprescindible tener un portfolio de diseño gráfico y web si quieres dedicarte a ello, ya sea trabajando para un estudio, en el departamento de una empresa o por tu cuenta como autónomo.

No te vamos a decir que te olvides de currículums, pero la realidad es que el portfolio es tu currículum de diseñador, tu tarjeta de presentación y lo que más va a influir a la hora de convencer (o no) a la otra persona para contratarte como empleado o freelance.

Y es así porque lo más importante para convencer es demostrar, y no sólo demostrar que eres bueno, sino que eres mucho mejor que el resto.

Por eso no vale tener un portofolio, lo que vale, como punto de partida básico, es tener un excelente portfolio de diseño gráfico y web, uno que haga que el cliente asienta satisfecho mientras hace clic.

Sin eso, no tenemos nada, porque si bien el diseño gráfico y web tienen multitud de salidas laborales, también es cierto que esas salidas están competidas y que muchos candidatos intentan optar a los mismos puestos.

La manera de destacar en medio de toda esa multitud es el portfolio de diseño.

Así que aquí vamos a ver cómo hacerlo para que el tuyo brille con luz propia.

El portfolio de diseño dice mucho más de ti de lo que parece

Antes de empezar con lo práctico, es importante tener en cuenta unas cuantas cosas fundamentales, y la principal es que tu portfolio va a decir mucho más de ti de lo que piensas.

El portfolio de diseño no trata sólo de lo que has hecho, para quién lo has hecho y cómo lo has hecho. Tu portfolio va a hablar de tu atención por el detalle, de tu profesionalidad, de si pillas o no todos esos intangibles que ayudan a contratarte, de si eres capaz de destacar por encima de los demás y tener un punto creativo…

consejos para hacer un portfolio

Un enlace a una página que no se encuentra, un pequeño elemento fuera de lugar, una imagen poco nítida, una mala elección de los elementos del portfolio, o incluso un mal orden de esos elementos, aunque sean buenos, van a transmitir una serie de sensaciones a quien lo ve que van mucho más allá del mero trabajo de diseño gráfico o web.

Por eso es fundamental que esté pulido y perfeccionado como si fuera nuestro mejor trabajo, porque ha de serlo, ya que el portofolio es la obra que nos permitirá crear otras obras.

Si pones cualquier cosa, quien lo vea también pensará que tú eres cualquier cosa, y no tendrá ningún incentivo a elegirte o contratarte.

Las primeras impresiones cuentan mucho más de lo que parece, y no hay segundas oportunidades para dar buenas primeras impresiones.

Teniendo muy en cuenta esto, vamos a lo práctico.

1. Busca inspiración en Internet

Ya lo dijo Picasso: «Los verdaderos artistas roban». Nosotros no vamos a hacer eso, pero antes de empezar sí vamos a dar una vuelta por Internet y hacernos una idea general de lo que están haciendo los mejores.

No se trata de copiar, pero cuando veas algo que te haya gustado especialmente, anota qué es y guarda esa dirección.

Las ideas surgen a partir de otras ideas, nuestro portfolio también ha de verse inspirado por lo que están haciendo esos mejores.

2. Selecciona sólo lo mejor para tu portfolio

En tu portfolio de diseño gráfico o web sólo debes poner tus mejores «balas de plata», y ponerlas al principio. Que impacten en el posible cliente o empleador nada más entrar en contacto contigo.

Esta es la realidad: la gente que busca contratar te está muy ocupada y tiene demasiadas opciones sobre la mesa, así que en los primeros segundos va a decidir site dedica unos segundos más (y luego otros segundos más adicionales si sigue convenciéndole lo que ve) o si se va a ir con un clic o de un plumazo a la siguiente carpeta.

Porque tiene el día muy ocupado y la realidad es que hay miles de portfolios.

Tenemos que enganchar en el primer segundo o habremos perdido una oportunidad de oro.

Poner un montón de cosas hará que nuestro portfolio se diluya, que sea como ese currículum de diez páginas que tiene incluido hasta el cursillo que hicimos en el instituto y que no tiene que ver con el trabajo que queremos.

Nadie lee eso. A quien realiza el currículum o el portfolio puede darle una cierta satisfacción y parecer que ayuda, pero es justo lo contrario.

Hay que ponerse en lugar del otro, que tiene poco tiempo y muchos candidatos, así que en los primeros segundos va a cribar al 80 o 90% de opciones.

Tenemos que cogerle en ese instante y no soltarle, por eso no sólo es importante lo que incluyes, que únicamente debe ser lo mejor, sino el orden en que lo incluyes, empezando todo lo fuerte que puedas.

3. Opta por la variedad

Es importante que en nuestro portfolio haya una variedad de piezas que muestren todo un abanico de habilidades.

La realidad es que muchos de los que vean ese portfolio serán posibles empleadores anónimos que navegan por él, buscando algo que conecte con lo que buscan.

Tendremos más probabilidades de eso mostrando diseños de distinto tipo, además de que eso transmitirá que tenemos habilidades amplias y capacidad de adaptación, que es, probablemente, la cualidad más interesante de todas.

4. No te restrinjas a un portfolio online

Hoy día lo online tiene tanta prevalencia, que todo el mundo tiene un portfolio de diseño gráfico o web en la red, pero cada vez menos en formato físico.

Nosotros hemos de tener ambos porque no queremos ser como los demás. Y hemos de trabajar el portfolio físico no haciéndolo como cualquier catálogo, sino también como una pequeña obra de arte, un libro valioso y de calidad.

Un puñado de folios grapados o papeles dentro de una carpeta no vale. Recordemos lo de las primeras impresiones y los juicios sobre múltiples cosas que van a realizar conforme a ellas.

De hecho, si nos ponemos con un portfolio físico, debemos tener la misma mentalidad de artesano profesional que con el portfolio web. Si no, mejor no hacerlo, es mejor no dar impresión que dar una mala.

Y si tenemos un buen diseño de libro, no viene mal ofrecer en la web también ese libro en formato PDF.

5. Siempre en alta resolución

Para cualquier tipo de portfolio, online y físico, nada va a decir que no somos profesionales tanto como que se nos vean los píxeles.

Sí, puede que la página quede algo lenta de carga o que el libro salga un poco caro con ese tipo de papel y fotos nítidas, pero tenemos que ver el portfolio como una inversión, no como un gasto, porque como inversión nos va a dar más de lo que pongamos en él… Si lo hacemos excelente.

6. Ten en cuenta la usabilidad y la experiencia general del usuario

Hay verdaderas obras de arte que se pierden en sí mismas y su diseño, de modo que el usuario no sabe cómo cerrar la imagen o pasar a la siguiente pieza del portfolio.

Tenemos que mostrar nuestra capacidad, pero no a costa de una mala experiencia de usuario.

Este debe poder encontrar lo que busca enseguida, debe poder pasar fluidamente de una pieza a otra…

Piensa en el usuario porque en realidad no va a contar sólo lo que ve que has hecho, sino la experiencia global que tiene dentro de tu portfolio de diseño.

Y un diseño demasiado particular u original puede llevarse un juicio negativo si va a acompañado de una experiencia de usuario mala o confusa.

7. Si no tienes clientes, no pasa nada

Lo ideal, no vamos a negarlo, es que tengas clientes y expongas trabajos reales en tu portfolio de diseño gráfico o web, con enlaces a ese cliente o incluso la posibilidad de pedir referencias.

La mayoría no va a pedir esas referencias, pero le da seguridad tener la posibilidad de hacerlo.

Sin embargo, si no tienes clientes, no pasa nada, puedes realizar piezas para clientes ficticios y mostrar lo que eres capaz de hacer.

Recuerda hacer algo que sea solamente espectacular y optar por esa variedad de la que hablábamos. Por supuesto, si no has tenido todavía suficientes clientes, puedes alternar piezas reales o ficticias.

8. El portfolio debe ser actualizado

Sabemos que hacer un excelente portfolio lleva tiempo y esfuerzo, pero recuerda que es tu tarjeta de presentación, y que no hay nada peor que un portfolio de diseño desfasado, que no tiene en cuenta las nuevas tendencias de diseño o solamente con trabajos cuya fecha es de hace más de cuatro años.

Conforme consigas clientes reales, has de sustituir las piezas inventadas por las de clientes y, en general, has de dar la impresión de que tu portfolio siempre está vigente y tú estás activo.

9. Haz fácil el contacto contigo

Porque ese es el objetivo final de tu porfolio de diseño gráfico o web, que contacten y habléis, así que hazlo fácil.

Ten una sección de contacto siempre presente en el menú principal, destaca ese enlace, o ten un formulario al final de cada página y cada pieza, para que sólo sea rellenar y enviar.

Cuando más fácil el contacto, más probable será que ocurra.

10. Abraza las redes sociales

Como hemos visto, el portfolio tiene la misión de ir vendiéndote poco a poco. Si algo gusta a la primera, pincharán en otra cosa, si esta les gusta también, navegarán a otra más.

Cuando se han hecho a la idea de que puedes ser un buen candidato, querrán saber más de ti y muchas empresas hoy día visitan las redes sociales de sus posibles fichajes.

Nos guste o no, es la realidad y no va a cambiar esa tendencia, como mucho se acentuará. Así que, ya que no se va a ir, mejor la usamos para nuestra ventaja.

Ten bien visibles esas redes, úsalas también para mostrar lo que haces, salpicado con cosas personales (aunque no demasiado personales). Que vean que eres humano, accesible y, en general, alguien con quien se irían a tomar una cerveza, alguien con personalidad.

Hay una máxima en ventas: «La gente compra a otra gente que les gusta».

Hasta que nos conozcan en persona, y podamos desplegar todo nuestro carisma en la entrevista, las redes sociales son la primera llave para hacerlo.

No hables de política, religión, ni temas polémicos, no es el lugar. Si quieres tener otras redes sociales para amigos y similares, no las publicites ahí y tenlas más privadas. Usa estas otras como una parte más de tu portfolio y tu imagen profesional.

El portfolio de diseño gráfico y web es lo que va a determinar que la mayoría quiera contratarnos o no. Hoy día ya no vale cualquier cosa, tiene que ser excelente sólo para que empiecen a considerarnos, pero con estos 10 consejos irás por el buen camino.

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