A la hora de desarrollar un criterio estético en diseño gráfico y en diseño web, siempre se deben tener presentes dos conceptos fundamentales para todos y cada uno de los elementos que compongan esa creación: coherencia y homogeneidad. Lo contrario, es decir, un diseño heterogéneo, acaba por resultar incoherente, despertando de manera inconsciente una sensación de desorden, de confusión, que presiona a la baja la calidad, por ejemplo, del sitio web creado, reduciendo en consecuencia el interés del visitante por los contenidos. Todo ello, frena de lleno cualquier posibilidad de fidelización y podría conducir finalmente, al fracaso.
Son muchos los aspectos que deben ser considerados a la hora de desarrollar un criterio estético coherente y homogéneo, siendo la elección y aplicación de los colores y de la tipografía, dos de los más fundamentales, en tanto que resultan especialmente visuales.
En el caso del color, hay que evitar la tentación de emplear una variedad demasiado amplia de colores. Esto puede generar confusión en el visitante de una página web, incluso ocasionarle fatiga visual. Siempre es preferible jugar con diferentes tonos de un mismo color, que usar muchos colores distintos. Igualmente, será imprescindible comprobar la compatibilidad de los colores previamente escogidos, por ejemplo, el negro y un azul muy oscuro resultan difíciles de distinguir.
Y no olvides considerar el “impacto psicológico del color”, por ejemplo, los fríos, inspiran dependencia y son muy aconsejados en entornos de empresa, mientras que los colores cálidos inspiran alegría. En cuanto a la tipografía, no se debe perder de vista que leer en una pantalla no es tan cómodo como sobre el papel por lo que, en caso de tener que incluir una gran cantidad de texto, siempre será mejor dividirlo en páginas manteniendo la coherencia.
Por último, a la hora de crear un criterio estético en diseño, será tarea imprescindible lograr el equilibrio este los diferentes elementos que lo componen con el fin de evitar causar aburrimiento y cansancio.
