El Diseño Gráfico es una disciplina profesional profundamente vinculada a las artes, en tacto que ostenta un carácter eminentemente visual, y a la comunicación, debido a que su fin último es la transmisión de un mensaje.

Además, con el paso del tiempo y la evolución de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, el diseño gráfico no sólo ha encontrado una amplia variedad de nuevas herramientas que permiten dar rienda suelta a la creatividad de los profesionales de este sector, si no que también ha encontrado nuevos canales de expresión, nuevos soportes y con ello, ha ido estrechando cada vez más sus lazos con otras especialidades como el diseño web, la programación informática o el diseño UX.

De todo ello podemos deducir fácilmente que el diseño gráfico es una profesión multidisciplinar y profundamente práctica y por lo tanto, las clases que configuran un curso de diseño gráfico deben reflejar esta circunstancia con el fin de que sus participantes adquieran los conocimientos, tanto teóricos como prácticos, que les preparen como profesionales del diseño gráfico y les permitan afrontar todo proyecto relacionado.

Las clases del curso de diseño gráfico combinan de una forma equilibrada los contenidos conceptuales junto con los contenidos procedimentales que fundamentan esta disciplina, y todo ello sin dejar de lado contenidos transversales que todo profesional del diseño gráfico debe conocer y tener presentes como son las tendencias de consumo actuales, los fundamentos de la comunicación humana, o la psicología del color, entre otros.

Las clases del curso de diseño gráfico presentan un mayoritario y elevado carácter práctico. En esta disciplina el dominio y manejo de las herramientas resulta imprescindible y por ello y por ello, la teoría se aprende a través de múltiples y variadas actividades que insertan de lleno al alumno o alumna desde el primer día en las tareas de un diseñador gráfico.