Si atendemos a los conceptos de innovación y creatividad, resulta imposible no pensar en el Diseño Gráfico, una disciplinada cuya misión principal es la de transmitir un mensaje de la forma más directa y visual posible, empleando para ello la combinación de múltiples elementos como pueden ser formas, colores, imágenes fijas o en movimiento, ilustraciones, tipografías… Esta doble condición intrínseca del diseño gráfico como disciplina artística y comunicativa se ha visto potenciada a lo largo del paso del tiempo con la evolución de las nuevas tecnologías digitales, las cuales han abierto todo un abanico de posibilidades para el Diseño Gráfico en forma de nuevas ideas, conceptos y tendencias, nuevos medios donde expresar y nuevas herramientas que lo hacen posible. Pero en todo este conjunto de creatividad e innovación artístico-comunicativa, ¿cuáles son realmente los fundamentos y elementos del Diseño Gráfico?
Una vez que tenemos claro el concepto de Diseño Gráfico, a pesar de que existen muchas y variadas opiniones al respecto, también es necesario conocer y comprender cuáles son los elementos fundamentales sobre los cuáles se sustenta esta apasionante disciplina.
En este sentido, el Diseño Gráfico como disciplina esencialmente práctica se compone de un amplio elenco de elementos básicos y esenciales sin los cuales no podría existir, que ayudan al diseñador a organizar, crear, desarrollar, proyectar, y que se agrupan en cuatro grandes categorías diferenciadas:
- Los elementos conceptuales, como lo son el punto, la línea, el plano o el volumen, especialmente importante en las nuevas técnicas 3D.
- Los elementos visuales, es decir, todo lo visible por el ojo humano y que se percibe por su forma, tamaño, color y textura.
- Los elementos de relación, que permiten dar un significado a la relación entre los elementos visuales anteriores: dirección, posición, gravedad, espacio.
- Los elementos prácticos: función, representación y significado.