La Historia de la Construcción es un tema indudablemente complejo que abarca desde el propio contexto cultural y religioso de las civilizaciones de la antigüedad, hasta el grado de desarrollo en técnicas constructivas o la disponibilidad de los materiales. Dos aspectos son incuestionables para comprender las mayores construcciones de la Antigüedad tales como las pirámides de Egipto, los templos griegos o el Coliseo romano.
Primero. Los materiales eran limitados en el sentido de que, no estando las redes de transporte desarrolladas como en la actualidad, los constructores debían utilizar aquellos materiales a su alcance, es decir, aquellos que se encontraban dentro del radio máximo que los medios de la época les permitían recorrer.
Segundo. La técnicas constructivas están íntimamente vinculadas a los materiales disponibles y a sus propiedades. Asumiendo estos preceptos básicos, veamos de forma muy sucinta qué técnicas y materiales se empleaban en cada una de las cuatro civilizaciones de la Antigüedad.
En la antigua Mesopotamia, lo que hoy es Oriente Próximo, las tierras entre los ríos Tigris y Éufrates, el principal material de construcción era el barro, al cual se daba forma de ladrillo empleando moldes de madera. La madera y la piedra también fueron aplicadas tanto en construcciones civiles como religiosas, siendo los morteros de betún una de las metodologías más empleadas.
La siguiente gran civilización de la Antigüedad es por todos conocida, la civilización Egipcia. En Egipto, la mano de obra fundamental, y casi exclusiva, eran los esclavos. Esta circunstancia les permitía llegar más lejos que los anteriores mesopotámicos y emplear otros materiales, pues no importaba el esfuerzo que conllevase su extracción y transporte.
El material estrella en Egipto era la piedra, que aún hoy perdura en las imponentes pirámides y mastabas, gracias también al clima árido favorable a su conservación. Además, utilizaban la arcillas, la madera y los morteros de yeso. No utilizaban ruedas ni poleas, si no cuerdas y rodillos que les permitían transportar gigantescas piedras a grandes distancias, con el esfuerzo de los esclavos.
Respecto a cómo fueron capaces de levantar grandes piedras hasta enormes alturas, aún continúa siendo un misterio, si bien la teoría más extendida es la del uso de rampas. Saltamos ahora hasta el otro lado del Mediterráneo, y avanzamos unos cuantos siglos: Grecia. Piedra y ladrillo es el material preferido por la antigua civilización griega para la construcción de viviendas, y enormes y majestuosos templos y obras públicas.
Las construcciones más destacadas presentaban techo de baldosas de piedra. Su técnica era por aquellos tiempos avanzada. Empleaban grandes bloques de corte que se unían con calambres de metal. A diferencia d elos egipcios, utilizaban poleas, cuñas y grúas para llevar grandes piedras hasta lo alto de sus construcciones.
Tampoco debemos olvidar sus habilidades en topografía, las cuales les permitieron efectuar correcciones ópticas de gran precisión que hasta entonces nadie había sido capaz. Y finalizamos con la gran civilización romana. De Roma ha llegado hasta nuestros días una gran cantidad y variedad de construcciones tanto civiles como religiosas.
Gran parte de las técnicas constructivas de la Antigua Roma, como también en otras disciplinas artísticas, fueron heredadas de los griegos. Pero el gran avance romano fue el uso del mortero de cal, e incluso de la ceniza volcánica que, mezclada con agua, era un material abundante y barato.
En Roma también se empleaba la piedra y el ladrillo, sobre todo es las capas exteriores de la pared, y rellenaban las cavidades con ingentes cantidades de hormigón, otro material abundante y barato fabricado a base de escombros y mortero. En cuanto a técnicas, dieron un gran paso adelante desarrollando sofisticadas grúas capaces de elevar pesos de hasta 100 toneladas.
En la actualidad las metodologías más innovadoras pasan por aprendizaje de metodología BIM que integra todos los sistemas.