Probablemente las siglas “UX” no te suenen mucho ni sepas exactamente a qué se refieren sin embargo, si eres un asiduo de internet, de cualquier programa informático, de aplicaciones móviles e incluso si tienen un blog o página web, en realidad sabes de lo que estamos hablando: la experiencia de usuario.
Las siglas UX responden a la expresión anglosajona “User Experience” y en realidad se trata de un concepto difícil de definir, a medio camino entre la excitación y el misterio, y calificado de muy “subjetivo” por muchos de los mayores especialistas. Pero en la actualidad, la experiencia de usuario o UX es uno de los componentes más esenciales del proceso de diseño web pues de una buena, o mala, experiencia de usuario, dependerá su regreso a un website, su fidelización y por tanto, el mayor o menor éxito de dicha página web y, por extensión, de la firma, empresa o producto que se encuentre tras de ella.
El director de Kicker Studios, Dan Saffer, ha establecido una definición de Experiencia de Usuario que, al menos, resulta bastante acertada y aproximada a lo que nuestras mentes entienden como tal: “lo que el cliente percibe al usar o probar un producto y un forma de ver estos productos de manera integral desde el punto de vista de un usuario que probablemente no le importa cómo se hacen esos productos, sólo el producto en sí mismo”. Por tanto SÍ, la experiencia de usuario es una percepción y por tanto, resulta muy subjetiva, lo que no evita la existencia de unas técnicas, unas normas, que resultan comunes en pro de favorecer una experiencia de usuario positiva.
Esto es lo que se estudia en los cursos de Diseño Web y curso de UX Experiencia de Usuario, con el objetivo de que la experiencia de usuario sea entendida como una filosofía de diseño cuyo objetivo primordial es el de generar productos capaces de dar respuesta a las necesidades específicas que demandan los usuarios finales aportando el mayor grado de satisfacción posible y la mejor experiencia de uso, a partir del mínimo esfuerzo.