En la actualidad, el Diseño Gráfico es una de la especialidades profesionales que más interés despierta, especialmente entre los estudiantes y/o profesionales de las áreas de Bellas Artes, Comunicación Audiovisual, Informática, Telecomunicaciones y, en general, cualquiera de las carreras relacionadas con el arte o la comunicación y es que, con la expansión de internet y la proliferación de los formatos digitales, las posibilidades de comunicar a través del diseño gráfico se han multiplicado.
Si al igual que otras muchas personas, tu también deseas ser partícipe de esta evolución y desarrollar proyectos visuales innovadores poniendo tus habilidades, conocimientos y creatividad al servicio del diseño gráfico a la vez que desarrollas una carrera profesional propia de éxito dedicada a aquello que más te apasiona, será fundamental que tomes la mejor de las elecciones a la hora de escoger la escuela donde vas a cursar tus estudios de Diseño Gráfico.
Dado el tremendo auge de esta profesión, actualmente el Diseño Gráfico puede ser estudiado en una amplia variedad de escuelas. De hecho, no existe ciudad española en la que no puedas elegir entre varias escuelas de diseño de renombre. Esta abundancia, sin duda, puede generar indecisión y confusión. ¿Cuál es la mejor de todas ellas? ¿Cuál valorarán de forma más positiva las empresas cuando comience a buscar un puesto de trabajo?
La decisión es, por tanto, complicada, y para ello deberás abordar aspectos tan elementales como la calidad de los contenidos del temario, que el profesorado cuente con una amplia experiencia y sea experto de la materia que imparte, que la metodología aplicada se la más idónea para estos estudios, que la escuela ofrezca una bolsa de prácticas profesionales y una bolsa de empleo que faciliten el acceso al mercado laboral, etcétera. En definitiva, que la escuela y los estudios en diseño gráfico que ofrece se adecuen a tus expectativas de futuro.
Para ello, las opiniones de expertos y antiguos alumnos constituyen una fuente de información muy valiosa que sin embargo siempre deberás considerar desde el escepticismo y atendiendo más a tendencias que a opiniones únicas e individuales dado que, en muchas ocasiones, una mala experiencia condiciona la visión que una persona tiene y expresa, sin que ello constituya una generalidad.