En un momento de la Historia en el que internet domina, o al menos, está presente en una gran mayoría de las acciones y tareas que diariamente hacemos los habitantes del llamado mundo desarrollado, el diseño gráfico se ha consolidado, con más fuerza que nunca, como las más poderosa herramienta comunicativa.
Aunque a simple vista el diseño gráfico y la comunicación constituyan d
os disciplinas bien diferentes, la realidad es que ambas se encuentran intrínsecamente unidas. ¿Qué cometido está cumpliendo el banner colgado en una página web si no comunicar un mensaje?
El diseño gráfico hunde sus raíces en los más profundos cimientos del arte a la vez que se apoya en los últimos avances tecnológicos para transmitir mensajes a partir de la imagen, es decir, para comunicar. La creación y desarrollo de proyectos visuales innovadores, atractivos, impactantes, sobre cualquier soporte, ya sea físico o digital, y a través de cualquier medio o canal, es su razón de ser.
En una sociedad en la que el texto ha dado paso a la imagen, ya sea fija o en movimiento, y en la que la red de redes se ha configurado como el principal medio de información, formación y comunicación, el diseño gráfico adquiere una importancia hasta hace pocos años inimaginable.
Desarrollar portadas de libros físicos o en formato digital, crear emocionantes videos de animación, editar impactantes fotografías, diseñar banners, newsletters o campañas de publicidad en su totalidad, crear desde cero la interfaz que tendrá una página web o un blog, etcétera, etcétera. Todo ello, en esencia es aprender a diseñar graficamente, comunicar, pues despierta sensaciones y emociones, porque es capaz de transmitir mensajes concretos y puntuales u otros muchos más intangibles como la confianza o la seguridad.
Por todo ello, diseño gráfico y comunicación son dos disciplinas que caminan inseparables de la mano.
